Un eyeliner perfecto  no pasa nunca de moda, aporta profundidad y es uno de los detalles más favorecedores cuando nos maquillamos los ojos. Con algunos consejos te resultará mas fácil de utilizar y le sacarás el máximo partido a tu mirada. Es cuestión de práctica y de saber cómo hacerlo según la forma de tus ojos y el efecto que quieras causar.

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Eyeliner perfecto.

Según la forma de los ojos
· Rasgados. Los reconocemos porque, si trazamos una línea desde el lagrimal hasta el extremo del ojo, el lagrimal queda más abajo. Para este tipo recomiendo realizar un trazo siguiendo la línea natural de las pestañas. El truco es que toda ella tenga el mismo grosor.

· Almendrados. En este caso, la línea imaginaria que une el lagrimal con el extremo opuesto del ojo es prácticamente recta. Por eso precisan un delineado más fino en el inicio, junto al lagrimal, que se va ensanchando hacia el extremo del ojo de forma progresiva.

· Redondos. Pinta con eyeliner toda la línea de agua hasta llegar al lagrimal, tanto por arriba como por abajo; así parecerán más alargados.

· Demasiado separados. Para que tus ojos parezcan más estrechos, pinta la línea superior más gruesa que la inferior. Si lo que quieres es alargar el ojo, aplica el eyeliner a partir de la mitad inferior del ojo hacia la parte exterior.

· Pequeños. Bastará con perfilar la línea de pestañas de inicio al final, sin agrandar ni ascender el trazo. Si los tienes demasiado juntos, estira el trazo hacia la sien.

· Con ojeras. Si las sufres y te resulta difícil ocultarlas, no es recomendable que perfiles la línea inferior, ya que aportará más oscuridad a esa zona y en lugar de disimular las ojeras las destacará aún más.

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